Mientras los fortines gauchos avanzaban orgullosos, demostrando su destreza y valor, un caballo se asustó por los ruidos y tuvo una reacción inesperada, provocando la caída de un jinete ante la mirada atónita del público.
El momento más crítico se vivió a pocos metros del palco de las autoridades, dónde el animal se desbocó, tiró y arrastró al gaucho.
La escena generó la preocupación entre los espectadores, pero afortunadamente, el gaucho solo sufrió golpes leves y no hubo que lamentar heridas de gravedad.
La rápida intervención de los servicios de emergencia y la asistencia de otros jinetes permitieron que el desfile continuara con normalidad.
A pesar del susto, la conmemoración siguió adelante, y el espíritu de homenaje al General Güemes se mantuvo intacto. Los salteños y turistas presentes aplaudieron con fervor al gaucho, quién, a pesar del contratiempo, demostró dedicación a la memoria del prócer.
Así, Salta cerró una jornada memorable, dónde el heroísmo y la tradición gaucha brillaron con fuerza, a pesar del imprevisto que hizo latir el corazón de todos un poco más rápido.